—¿Qué tiene que ver la tía Elena con esto? —Jorge fue quien hizo la pregunta que daba vueltas en mi cabeza.
—Tengo un medio hermano menor, su nombre es Tomás Sanz y es el Alfa de la Manada del Desierto Ámbar. —papá se giró hacia nosotros, pero mantuvo sus manos tranquilizadoras sobre mamá.
—¿Un Alfa? —repetí.
—Creé la Manada del Fantasma Oscuro cuando me negaron mi posición como Alfa de la Manada del Desierto Ámbar, ya que el puesto de Alfa fue para Tomás.
—¿Por qué? —las cejas de Javier se fruncieron.
—Mi padre y mi madrastra tomaron la decisión...
—¿Madrastra? ¿Por qué solo estamos escuchando sobre esto ahora? —papá nunca hablaba de su infancia, y ahora que lo pensaba, mamá tampoco. Nunca hablaban de nuestros abuelos, así que simplemente asumí que murieron cuando nuestros padres eran jóvenes.
—Porque pensamos que era mejor dejar que el pasado permaneciera enterrado, como estaba. —papá suspiró y movió una mano para pellizcar el puente de su nariz.
—Pero habrías sido el primogénito del