Punto de vista de Josefina
Me sentía como esa chica de 16 años otra vez. La que tenía toda su vida por delante.
La vaga esperanza de que una loba apareciera al cumplir los 18 aún seguía viva, como una vela brillante que titilaba en mi núcleo, en mi centro. Aquella que creía saber tanto, que estaba convencida incluso entonces de que ya era una mujer.
Tres años después, volví a la noche en que me rechazó en el club. Era como si los últimos tres años nunca hubieran sucedido realmente. Mi crecimiento interior, mi introspección... todo evaporado, desaparecido en un instante.
Otra vez era una chica de 16 años.
No solo me había dado mi primer beso, ahora sabía que sería mi primer amor. Quizás mi único amor.
Nunca había sentido una conexión tan poderosa con ningún otro hombre como la que sentía con él.
Nadie me hizo cosquillas, nadie me produjo esa atracción irresistible para estar con ellos. Si tuviera una loba, pensaría... pero no la tenía y sabía que era mi mente tratando de engañarme para