Punto de vista de Lucas
La música estaba alta, pero no tanto como para no oír lo que el imbécil pavo real le decía a la Pelirroja. Trataba de colarse en su casa, qué asco.
Sentí mi teléfono vibrar en el bolsillo trasero de mis jeans. Al sacarlo, vi que Javier me llamaba.
—¿Sí? —gruñí, sin molestarme en saludar. Me había dejado cuidando a un grupo de chicas adolescentes borrachas, que casualmente estaban rodeadas de hombres calientes. Hombres-lobo y humanos.
—Lo siento, Lucas, algo le pasa a Jorge. Lo estoy llevando a casa... ¿Puedes asegurarte de que las chicas estén seguras? Especialmente Josi. —suspiró disculpándose por teléfono.
—Creo que puede cuidarse sola. —Mis ojos se dirigieron hacia ella mientras empujaba a José ligeramente, rodando los ojos mientras este intentaba atraerla de nuevo hacia él... De repente se percató de que yo lo estaba mirando.
—Simplemente... asegúrate de que llegue a casa segura. También Clío, o de lo contrario tendré a dos Alfas persiguiéndome, mi padre y e