Punto de vista de Carla
—Sí... tomé el veneno de lobo... —murmoró Elena, cerrando los ojos y dejándose caer en el sillón con resignación.
Durante tanto tiempo había sido la villana de mi historia, pero en ese tiempo me daba cuenta de que estaba culpando a la persona equivocada.
Estaba tan atrapada como yo...éramos dos piezas más en este juego cruel. No era un monstruo; solo tenía dieciséis años cuando pasó por algo similar a lo mío.
En ese tiempo podía imaginarlo: ambos hombres intentando desgarrarla con sus colmillos afilados... cada uno luchando por reclamarla como suya. Ni una sola vez se detuvieron a pensar en lo que ella quería, en si alguno de ellos realmente la merecía... si es que alguno lo merecía.
Nunca pensaron que era una niña de dieciséis años que necesitaba ayuda de sus padres, que necesitaba apoyo. En ese momento, la única salida que encontró... fue la muerte.
Ella no tenía una familia que le dijera que, sin importar lo que pasara, la amarían y estarían allí para ella. F