Dos años era mucho tiempo para una relación sin vínculo de apareamiento. La advertí.
Ella también me advirtió, pero luego entendí que si algún día José me dijera que encontró a su compañera, en realidad me estaría haciendo un favor.
—Supongo que tienes razón. —suspiró antes de beberse el segundo chupito que tenía preparado.
—Sabes que sí, ahora toma este chupito y vamos a divertirnos.
...
Despertando tumbada en el sofá, con la cabeza rodando hacia el suelo, me arrepentí de haber bebido tanto. A las 3 de la mañana, María había olvidado completamente a su ex y liándose con un tipo nuevo que le gustó. Tenía que reconocerlo: sabía pasar página rápido.
A veces me compadecía de ella, de todas las chicas del grupo de amigas en la manada de mi tío Julio, era la única que aún no había encontrado a su compañero.
Eso significaba que se quedaba fuera de las noches de parejas, y las chicas tampoco estaban particularmente interesadas en las salidas locas por la noche. Yo aún quería divertirme, pero