Kerim miró a Gael, pensativo, luego observó a Namar. En el pasado no estaba en sus manos acabar con todo ello. Alfa Drago les obligó a contraer nupcias y hacerse pareja; Namar no tuvo más opción cuando descubrió que estaba embarazada. Él lo sabía, era consciente de que Gael no era su hijo; solo un ciego no lo notaría, aquel pequeño lobezno era la viva imagen de Caleb. Nunca se permitió tener un vínculo real con el pequeño y lo consideró, incluso, un impedimento en su reinado. Kerim había descubierto a su pareja dada por la diosa de la Luna, en uno de sus viajes visitando manadas aliadas y el vínculo había sido tan fuerte que no había sido capaz de abandonarla. Hoy su pareja estaba embarazada y a punto de dar a luz; no podía imaginar una vida alejado de ella y podía comprender el dolor de Namar. Hoy él era el Alfa, Alfa Drago ya no existía, Luna madre Beste tampoco era un impedimento: Estaba en sus manos liberar a la hija esclava del Alfa.
- Namar
Se dirigió a ella, con la firme inte