Capítulo 57. Parte 3
Antonella:
El juez entra a la sala; todos nos ponemos de pie y, cuando él se sienta, lo imitamos. Él es como un dios aquí. Nos saluda con cordialidad, pero con el rostro serio; definitivamente sería muy difícil sobornar a este hombre.
«Guardaré mis ahorros. —Ya no tienes ahorros. —Tienes razón.»
—Doy inicio al juicio por la tuición del menor Marcus De Luca. ¿Las partes están preparadas? —pregunta el juez.
—Sí, señor juez —responde la abogada de Diego.
—Señor juez, ¿puedo acercarme al estrado? —Todos quedamos expectantes cuando el abogado de Ambra se aproxima a hablar con él. Es ahora cuando me gustaría ser invisible para escuchar la conversación; la curiosidad me mata.
«¿Qué no sabrán que a una embarazada no se la puede dejar expectante? —¿De dónde sacaste eso? —De ti.»
—¿Qué pasará? —me pregunta Cinnia.
—¡Lo mismo quiero saber! Creo que empezaré a comerme las uñas con todo esto.
El abogado de Ambra se sienta en su puesto. Todos miramos al juez, que no dice nada; me dan ganas de acerc