Capítulo 33. Parte 3
Antonella:
La clase se siente extraña sin Marcus. Me gusta verlo correr hacia el patio cuando suena el timbre del recreo, por eso lamento que esté enfermo y me pregunto cómo seguirá. Mi celular vibra y los nervios regresan; temo que sea Bruno. Es raro que aún no haya aparecido en el colegio para armar un escándalo, algo que puede suceder en cualquier momento. Respiro hondo, decido ser valiente y miro la pantalla. Suspiro aliviada: es Diego.
—¡Hola, amor! —saludo—. ¿Cómo sigue Marcus?
—Hola, mi vida. Está mejor, pero no irá a clases mañana. Prefiero que guarde reposo. Gracias por preguntar.
—Soy su maestra, además de la mujer que ama a su padre. Claro que debo preguntar.
—Por eso te amo tanto. Por cierto, hablé con Enzo, cenaremos juntos.
—¡Qué bien! ¿Puedo invitar a Cinnia? Me gustaría que lo conociera.
—Claro, amor, invita a quien quieras.
—Gracias, te amo.
—Y yo a ti, pero debo dejarte...
—¡¿Qué?! —exclamo exagerada.
—Mmm… debo atender a una paciente.
—Qué alivio —murmuro.
—Paso po