Capítulo 17. Parte 1
Antonella:
Los ronquidos de Solcito no son impedimento para soñar despierta y sonreír al recordar todo lo que he vivido últimamente. Soy consciente de que es peligrosa mi aventura, pero estar con Diego es lo único que me hace sentir viva, pues esta locura es como una luz que crece dentro de mí.
He decidido ser valiente y me he levantado más temprano de lo normal para dejar la cena preparada, pues me quedaré hasta tarde en el colegio y así finalizar los ensayos de la fiesta que está por realizarse. Mi excusa, que obviamente no es válida para Bruno, es que Cinnia no estará durante esta semana en la ciudad y yo, como su mejor amiga y maestra, debo quedarme a supervisar que todo esté bien en el colegio y, en último lugar, quizás ver a Diego.
«Todo por Cinnia. ¡Mentirosa! Es por el guapetón.»
Al entrar al salón veo a Marcus sentado en su pupitre, causándome curiosidad, porque aun sabiendo que él siempre llega adelantado, puedo asegurar que es más temprano de lo habitual.
«No veré a Diego.»