Capítulo 16. Parte 3
Antonella:
Me quedo a la espera de una buena respuesta, pero él se limita a cerrar la puerta, haciendo que me levante a toda prisa de mi asiento, poniendo todos mis sentidos en alerta. Mi cuerpo comienza a temblar cuando se acerca, con el solo propósito de tomar mi rostro y besarme. Instintivamente cierro los ojos al sentir sus labios sobre los míos, olvidando que estoy en el salón y que en cualquier momento puede entrar alguien.
—Quisiera saber si has practicado mentalmente... —dice sin despegar sus labios de los míos.
—¿Ah? —es lo único que sale de mi boca.
—Lo que escuchó, maestra... necesito saberlo, o me volveré loco —confiesa—, dígame por favor que ya está lista para mí —dice, bajando sus labios hacia mi cuello, haciéndome gemir—. ¿Puedo tomarlo como un sí?
—¿Ah? —cuestiono nuevamente sin sentido.
«Definitivamente este hombre me pone mensa»
—Lo tomaré como un sí —dice alejándose de mí, como intuyendo que es hora de dejar la pasión de lado.
—¡Buenos días! —saluda un alumno entran