Capítulo 16. Parte 2
Antonella:
Bruno duerme y yo sueño despierta; Diego viene a mi cabeza como un torbellino, siendo imposible que salga de ahí, convirtiéndose en la adrenalina y combustible para el fuego que llevo dentro.
Miro hacia el lado y me doy cuenta de que no podré estar con Bruno íntimamente, aunque sean solo diez minutos de tortura, aunque creo que son cinco. Antes los toleraba, pero sé que a partir de Diego querré más, siempre más, sintiendo miedo de mi destino. Sé que no debo imaginarme cosas que no son, él está casado y yo también, y supongo que así se quedará, pues sería imposible cambiar a esa exuberante mujer por una como yo...
Me angustia saber que el día anterior fue mi último pecado, pero soy consciente de que esto debe parar. Además, tengo el gran trabajo de no permitir que mariposas entren en mi estómago por nada del mundo, o de lo contrario, estaré perdida para siempre.
Sin poder dormir me levanto una hora antes de lo habitual, siguiendo mi rutina diaria, con la diferencia que, sal