Capítulo 14. Parte 2
Diego:
De regreso a la habitación que comparto con Ambra, la veo recostada leyendo una revista, y su maleta a los pies de la cama. La miro sin creer que no desee estar con ella, sin creer que su forma de ser haya matado todo el amor que sentía.
—No viajaré contigo —aclaro—. Te aconsejo que deshagas tu maleta —sugiero, intentando no alterarme, aunque es difícil.
—Pero mi amor, nos serviría de luna de miel y podremos estar solos, hacer lo que queramos.
—¡Por Dios! ¿¡Qué no entiendes!? No voy de viaje de placer —aclaro furioso—. Voy por trabajo, no iré contigo.
Me siento en la cama dándole la espalda, pero ella nunca pierde, por lo que se acerca y comienza a darme besos por el cuello, provocando que me ponga más furioso. Me levanto, tomo mi maleta y decido irme a la habitación de invitados, y esperar ahí el taxi que pasará por mí a las cuatro de la mañana y que me lleve al aeropuerto sin que Ambra se dé cuenta.
Antonella:
Llego a la convención y estoy feliz. ¡Uff, nunca había estado tan