Capítulo 13. Parte 4
Diego:
Me voy a casa para estar con Marcus, pensando por el camino los consejos de Bernardo. Él quiere que viva la vida loca, pero no es lo que deseo, además, lo sucedido con Antonella no fue premeditado, y las veces que nos hemos visto y la he puesto nerviosa, son cosas que no logro evitar, pues me encanta ver sus reacciones.
Al llegar a casa, Roberta me indica que mi hijo está en la terraza, pero lo primero que veo es a Ambra leyendo una revista; al verme, se acerca a saludar como era habitual, pero soy indiferente. Al escuchar a Marcus hablarme, me volteo para recibirlo con un gran abrazo, aunque sé que estuve con él hace un par de horas atrás.
—¡Llegaste temprano! —exclama contento.
—Así es, una intervención que había programada se suspendió —aclaro—, y quise venir para que nos metamos a la piscina, ¿te parece?
—¡Sí, papá! —exclama mirando a Ambra—. Papá..., ¿saludaste a mamá?
—Ya la saludé —respondo, mirando a los ojos a Ambra, mientras me da una sonrisa arrogante—. Ahora, vamos