— Lila, acabo de confirmar que tú y yo tenemos un serio problema de comunicación, deberíamos ir a terapia de pareja. — Levanto una ceja y Leticia vuelve a lanzar una carcajada.
Pensé que las mujeres hablaban de cosas extrañas cuando iban juntas a los aseos, pero creo que estas dos se han llevado la palma de oro. ¿Qué hacen ahí paradas? Pensé que se dirigían a los aseos.
— Zoa, como bien lo dice el nombre, es para parejas, tú y yo solo somos amigas, y por este tipo de comentarios solo me tienes a mí. Jamás iría contigo a terapia, ni aunque pagaras al mejor psicólogo. Aunque si de esta forma puedo llegar a comprenderte, me lo pensaría. ¿Por qué estamos aquí, paradas en medio del corredor? — Termina Lila, su interesante monólogo, con la duda que tengo desde que se detuvieron cerca de mi mesa.