— ¿Cómo sabías que había una oficina en...
— Tú y yo vamos a hablar — Me dice Travis muy serio.
— ¿No te gusta el vino tinto? — Pregunto con una hermosa sonrisa en mis labios, comienzo a sentirme un poco cansada, debo buscar a Aramis e irme a casa.
— No me gustan las mujeres celosas — Me dice y yo abro los ojos ¿De quién está hablando?
— ¿Estás hablando de mí? — Me señalo a mí misma y sonrío como tonta.
— ¡Dímelo tú! — Su expresión fría y furiosa hace que se salte un latido de mi corazón.
Sus ojos claros se oscurecen y me lo imagino en medio de un orgasmo. Debe ser igual, ¿no?
— ¿Te sucede lo mismo cuando te corres? — Pregunto acercándome a