**ANDREA**
—Verás que ellos vendrán, no aguantarán quedarse fuera —le digo a Camila mientras el auto nos lleva directo al club, con las luces de neón reflejándose en los cristales y la ciudad latiendo a nuestro alrededor.
Ella se vuelve hacia mí con esa sonrisa suya que siempre anuncia problemas o ideas brillantes, a veces ambas.
—¿Por qué no apostamos? —sugiere, arqueando una ceja con picardía—. Apuesto que si Leonardo aparece... le confieso todo la próxima vez —añade entre risas, como si no fuera gran cosa, aunque sé que para ella lo es.
Desde el asiento delantero, Gracia se gira con una mirada afilada y divertida.
—Apuesto que si Santiago aparece... Andrea lo perdona.
Me echo a reír, pero hay algo en sus palabras que me sacude por dentro. Sacudo la cabeza, negando más con el instinto que con certeza.
—Eso sí que no... —respondo, aunque la seguridad me dura poco. Me muerdo el labio, dudo, y las dos me miran con atención—. Pero puedo apostar que, si aparece, yo...
El silencio me obli