Antes que sol saliera, Helena estaba saliendo de la cama con cuidado para no despertar a Dylan y así poder regresar al Penthouse antes que su hermano la busque con la interpol por no saber nada de ella.
—A ¿dónde vas? —interrumpe Dylan el escape de la chica.
—Lo siento, no quería despertarte —esboza en voz baja—. Debo regresar a mi casa antes de que mi hermano comience una búsqueda internacional.
Dylan suena ante esa confesión.
—Hermano protector, ¿eh? —canturrea—. Y me lo dices después de haberme acostado contigo —bromea.
—Una chica debe tener sus secretos —suelta con suspicacia mientras se viste.
—¿Voy a volver a verte? —quiere saber el joven.
Helena se gira a postrelo.
—¿Lo dices en serio? —cuestiona incrédula.
—Claro que sí —afirma—. Quiero volver a verte.
—No pensé que quisieras —murmura.
Dylan se sienta en la cama y apoya su barbilla en el hombro de ella.
—¿Y por qué no querría?
—Por esa chica de la que estás enamorado —le responde.
Dylan asiente con la cabeza y le besa el hombr