Chiara:
El día comenzó muy prometedor.
Yo me había preparado para volver a verle la cara al viejo cretino que destruyó mi vida.
Sí, estaba ansiando tener frente a frente a Enrique Montero. El jodido hijo de puta que destrozó mi vida.
Por eso venía tan temprano a la junta de accionistas. Faltaba una hora completa para el comienzo de la misma, y de la emoción había decidido saltarme el almuerzo.
Ahora lamento esa decisión. Porque mi estómago gruñe audiblemente.
Inga está histérica.
Nunca la había visto así.
Oscar parece un dragón, respirando fuego, y soltando amenaza a diestra y siniestra.
Sin embargo, otra Señora de edad, corroboró la versión de la niñera. El niño se escapó del parque por su propia voluntad, cruzando la avenida y perdiéndose por una calle lateral.
Nos subimos al coche, tomando la ruta que había tomado Dominic.
Oscar comenzó a peinar las calles, muy despacio.
Mientras nosotras mirábamos por las ventanillas en caso de que pudiéramos ver al pequeño.
Así estuvimos recorrie