Con eso, López se sintió un poco más tranquilo. No sabía qué estaba pasando, pero estaba decidido a proteger a Sofía a toda costa.
—No sé porque sigo pensando que la trampa en que caímos nosotros y Sofía tienen relación —dijo López. — No es que me acuerde de nada, pero mis instintos me dicen que la proteja, ya la viste, ni discutir sabe.
—Eso es verdad, Mía la vapuleó como quiso y ella estaba a punto de echarse a llorar —estuvo de acuerdo Fenicio. —Tenemos que buscar una manera de fortalecerla. Se ve que la maltrataron la vida entera. Y si como dices es tu segunda aquí no puede ser débil.
—Lo sé, ya me había dado cuenta —dijo López. — Es increíble que criándose en un orfanato no haya endurecido. Tengo que lograr hacerla fuerte, idearé una manera, ya verás.
—Hay personas que le rompen su autoestima desde niños, los hacen sentir que no se pueden defender y me parece que es el caso de Sofía. Hay que endurecerla, pero no me gustan tus formas —dijo muy serio Fenicio— si quieres la entr