—¿Y qué si estoy celoso? —me susurró al oído—. ¿Y si no soporto que mi padre sea el que se acueste con una diosa absoluta mientras yo me quedo atascado siendo su hijastro?Su olor me rodeaba y no tenía escapatoria.—Te deseo, Aria. No soporto la idea de que seas mi madrastra. Sentí sus fuertes manos acariciarme la espalda, alcanzar la cremallera de mi vestido y empezar a desabrocharla lentamente. Antes de darme cuenta, el vestido carmesí había caído al suelo, revelando mi cuerpo vestido sólo con lencería de encaje negro...***Ayer todavía era una curandera ilegal, nacida y criada en los barrios bajos, luchando por pagar el alquiler.Hoy voy a casarme con el Alfa más rico de Ciudad Rómulo. La vida debería ser fácil en el futuro, ¿verdad?Hasta que conozca al hijo de mi marido…"Mi pareja es la Luna de mi padre" es una obra de Reina Bellevue, autora de eGlobal Creative Publishing.
Leer másLe devolví el beso apasionadamente. Él estaba en lo correcto; Selene no había aparecido en mi vida antes de esto. Claro, tenía una parte de sus poderes, pero lo que más importaba era el hecho de que Noah y yo al final podíamos estar juntos sin ningún obstáculo. No debería permitir que mis preocupaci
—¡No! —Judith exclamó con incredulidad—. ¡Prometió que me ayudaría, prometió que Noah sería mío! Noah, por favor, no quise hacerte daño —le suplicó desesperadamente—. ¡Por favor, ayúdame! ¡Sabes que me preocupo por ti! —Quizás lo hiciste —dijo, —pero por otro lado, ciertamente pretendías que Ari
—¿Qué pasó con esa cosa? —Noah preguntó presa del pánico cuando recuperó el conocimiento, agarró su arma y apuntó hacia donde había estado Silas. —Está bien —dije despacio, colocando una mano tranquilizadora en su brazo y permitiendo que la energía curativa fluyera a través de él—. Él y Selene ll
Retrocedí. Tenía que sacarnos a mí y a Noah de aquí. —Gracias, Aria —dijo Silas, inquietantemente gentil—. Ahora deseo recompensarte... con una muerte indolora. Levantó su gigantesca garra hacia mí, convocando una bola de inmensa energía oscura que drenaba toda la luz de la habitación. Cerré l
Chris yacía inmóvil ante nosotros, prácticamente convertido en piedra. ¿Fue eso todo? ¿Habíamos al fin ganado? Parecía tan surrealista que en realidad ya había terminado. Ayudé a Noah a ponerse de pie, dándole apoyo mientras su herida sanaba. No parecía ser tan grave, por lo que no había motivo para
—La Oscuridad ha sido olvidada, arrojada al abismo; átame al Vaso de Selene y deshaz los hilos que unen su destino a otro. ¡Átanos para que se haga justicia y la Sombra recuerde su nombre! Sentí como si mi esencia estuviera siendo arrancada de mí, desgarrada y remodelada en una imitación deforme
Último capítulo