La puerta de la habitación fue tocada varios minutos más tarde. Era el aviso de hacer su aparición a la celebración que ya había comenzado y esperaban la presencia del príncipe heredero.
Lyon le agarró la copa que estaba en la mano a Charles y tomó lo que quedaba dentro sintiendo el picor del licor bajando. Ah, eso se sentía bien.
-¿Quieres que después de la fiesta nos emborrachemos y ahoguemos nuestras penas?- se burló Charles con una sonrisa, levantándose y ajustando su traje de terciopelo verde y plateado no tan llamativo como el de su amigo, pero que de igual forma destacaba los colores del escudo de su familia.
-Lo pensaré- dijo Lyon poniendo la copa sobre la mesa, y así ambos caminaron en dirección al salón donde ya la música suave sonaba junto a los murmullos de los invitados.
Lyon soltó un suspiro con cada paso que daba hacia aquel lugar. Este tipo de eventos no eran precisamente de su agrado, pero era necesario. Los sirvientes se inclinaron ante la presencia de ellos y abrier