Charles casi sollozó deteniendo la espada de madera que venía contra él y que le hizo temblar sus brazos. El gruñido del alfa que se enfrentaba a él sonaba igual que el día anterior antes de recibir cierto regalo. Acaso lo que le había enviado Ashary no había funcionado.
Hablando de Ashary ¿dónde demonios estaba para que se encargara de su paquete? Su trabajo era proteger a Lyon, no aguantarlo, para eso estaba él.
-En algún momento llegará- le dijo en un intento de consuelo.
Lyon volvió a arremeter con su espada.
-Se suponía que debía volver en la mañana, pero dentro de poco atardecerá. Incluso los nobles que pasarán aquí la noche para el desayuno de buenos días ya están llegando, y mi madre está como loca atendiéndolos, y Asha ni por asomo se aparece- volvió a agitar su espada.
-Si le hubiese ocurrido algo ya nosotros lo sabríamos, cálmate, estás asustando a los demás- Charles esquivó el espadazo y retrocedió mirando por el rabillo del ojo al resto de los demás hombres en el campo de