Para los empleados de la mansión no fue sorpresa verlos juntos en la entrada pegados como la pareja que eran. Ya se había corrido el rumor que el príncipe había traído cargando de forma sugerente y que ambos no habían salido de la habitación hasta el amanecer, por no mencionar un baño caliente, ropa limpia y sobre todo… sábanas. Todos, absolutamente todos sabían lo que el alfa y su duque omega habían hecho, y lo habían confirmado al notar alguna que otra marca imposible de ocultar en el cuello blanco de Ashary.
-acaba de irte o tu padre mandará a la escolta a arrastrarte- le dijo el omega soltándose de él sintiéndose más estable aunque su cadera palpitaba- Y come esto de camino que no has desayunado- agarró la bolsa de uvas que el mayordomo tenía sobre una bandeja y que había mandado a buscar.
Lyon apretó sus labios. Algo mantenía sus pies pegados al suelo sin la intención de querer irse. Y hasta se sintió indignado porque el omega lo estaba hasta botando de allí.
-¿Realmente quieres