Ashary tenía muy buena memoria. Recordaba perfectamente todos los requisitos que le había puesto a Lyonhart después de que se vieron envueltos como compañeros. Sobre todo, los relacionados con el sexo. Y ahí estaba él, rompiendo por completo sus propias palabras.
Estar enlazado con un alfa y no tener sexo fuera de sus celos que eran cada cierto tiempo. Eso… ni él se lo creía. Había puesto aquella condición más por la vergüenza que por otra cosa, pero demonios, se hubiera arrepentido si realmente se hubiera aferrado a su absurdo término.
Porque nada tenía comparación a lo bien que se estaba sintiendo en ese momento. Hecho un mar de temblores, escalofríos y jadeos. Con su vientre mojado con su semen, y una deliciosa sensación que lo recorría de pies a cabeza, y que se hacía más intensa entre sus muslos, donde el miembro de Lyon estiraba sus paredes de una forma que lo hacía perder su cabeza.
Demonios, esto se sentía endemoniadamente rico. Y pensar que nunca pensó que diría algo así o qu