Había pasado una semana desde su última salida al club de golf, y la noche de la reunión de excompañeros de Enzo había llegado.
El evento se llevaría a cabo en un prestigioso hotel de la ciudad, con un código de vestimenta de gala.
Enzo estaba impecable en un elegante traje negro hecho a medida, con una camisa blanca y una corbata de seda oscura.
Amatista, por su parte, lucía un vestido de satén rojo, ajustado en la cintura y con un escote elegante que resaltaba su figura.
Su cabello caía en ondas suaves, y sus labios llevaban un tono carmesí que combinaba perfectamente con su atuendo.
Cuando bajaron de la camioneta en la entrada del hotel, todas las miradas se dirigieron a ellos.
Era imposible no notar la presencia de los Bourth.
Apenas ingresaron al salón del evento, varios excompañeros de Enzo se acercaron para saludarlo.
La conversación comenzó con bromas sobre los años pasados, los cambios y los recuerdos del instituto.
Pero, como era de esperarse, pronto salió el tema de Sofía.