Capítulo 49: Calor Nórdico.
La casa se había quedado en silencio. Las risas de las niñas y los suaves murmullos de la conversación en noruego de los padres de Mathias se habían apagado hacía rato. Cynthia y Mathias estaban en la habitación de invitados, una estancia acogedora con vistas a un bosque de pinos, donde la luz del verano nórdico aún se filtraba tímidamente, incluso a altas horas de la noche.
Cynthia estaba desempacando una pequeña maleta, doblando ropa, mientras Mathias observaba desde el umbral del baño, envuelto en una toalla alrededor de su cintura. La intimidad había sido constante desde que llegaron a Noruega, pequeños toques, miradas cómplices y susurros en la noche. Pero la presencia de la familia, el constante vaivén de actividades, no les había permitido un momento a solas para reconectar de la manera que ambos anhelaban.
Él la vió con esa mirada profunda y hambrienta que a Cynthia le aceleraba el pulso. Dejó la última prenda sobre la cama y se giró hacia él. El aire en la habitación parecía