El éxito del solo de piano de Estrella había sido el pistoletazo de salida oficial para la "Operación Noruega". Los días siguientes a la actuación se convirtieron en un hervidero de listas, mapas y emocionantes discusiones familiares. La mesa del comedor, que antes servía para las comidas y las tareas escolares, ahora estaba cubierta con folletos turísticos, el portátil abierto con páginas de vuelos y hoteles, y un sinfín de notas garabateadas.

Cynthia y Mathias pasaban horas, a veces hasta altas horas de la noche, ultimando los detalles. Mathias, con su experiencia de viajero y su conocimiento del país, era el guía perfecto. Señalaba ciudades en el mapa, describía la luz del sol de medianoche en verano, o la sensación de frescura del aire de montaña. Cynthia, por su parte, se encargaba de la logística de las niñas: la ropa adecuada para el clima nórdico, los permisos escolares y asegurarse de que los pasaportes estuvieran en orden.

—¿Crees que necesitamos abrigos más gruesos? —pregun