KAELA:
Laila se quedó en silencio; podía sentir que estaba rebuscando en todo lo que conocíamos sobre los Alfas Reales y lo que nos había enseñado nuestro papá, hasta que la escuché revolverse inquieta antes de contestar.
—Nadie puede eliminarla —Laila se detuvo un momento—. La marca de un Alfa Real es definitiva, pero... —su voz tembló ligeramente— si intenta marcarnos, el dolor será insoportable. Nuestro cuerpo rechazará la nueva marca como un veneno. Enfermaremos casi hasta morir cada vez que lo intenten; será una gran tortura, Kaela. Me estremecí al escuchar su respuesta. Los guardias seguían arrastrándome por el bosque nevado, y podía sentir cómo la distancia con Kaesar comenzaba a afectarme físicamente. Pero al menos estaba vivo, eso era lo importante; sin importar dónde me llevara