POV HERNÁN
Ahora que volvió Lyke, siento que extraño la soledad y tranquilidad de mi mente. No deja de cantar ni estar emocionado porque Clara lo dibujó.
De hecho, fue él quien me obligó a mandarle ese mensaje. Yo no quería porque temo ser intenso para ella. Para nosotros es bastante normal ser intensos desde el principio con nuestra pareja destinada, pero para Clara, siendo humana, creo que alguien así la asustaría y hasta pensaría que soy un acosador. No quiero que me tenga miedo.
—¡Ella me dibujó! —vuelve a exclamar por enésima vez. Pongo los ojos en blanco—. ¿Qué pasará cuando la llevemos a nuestra manada?
—Eso no va a pasar —digo entredientes.
—¿Y nos dará cachorritos o solo tendremos bebés humanos? —cuestiona, haciendo caso omiso a mi respuesta. Suelto un bufido.
—Falta mucho para eso, Lyke, ya deja de soñar tanto —replico, comenzando a buscar algo para comer. Abro la nevera y saco algunos ingredientes, tratando de concentrarme en preparar una cena rápida.
—No puedes negar lo que sentimos, Hernán. Ella es nuestra compañera destinada. —Lyke insiste, su voz suena suave pero firme en mi mente.
—No lo estoy negando. Simplemente estoy siendo realista. Clara es humana y no sabe nada de nuestro mundo. No puedo arrastrarla a todo esto sin prepararla primero. —Me tomo un momento para respirar profundamente, intentando calmar la mezcla de emociones que me abruman.
—Lo entiendo, pero no podemos ignorar la conexión. Necesitamos acercarnos a ella de alguna manera, aprovechar que eres su jefe…
—No quiero que ella me tema. No quiero que piense que soy un acosador, ni mucho menos quiero que me denuncie por acoso laboral. —La sinceridad de mis palabras me sorprende a mí mismo. Nunca me había sentido tan vulnerable.
—Entonces, demuéstrale que puede confiar en ti. Muéstrale tu verdadero yo, pero hazlo lentamente. —Lyke sugiere con tono pensativo.
Simplemente no respondo, mi lobo no estuvo durante mucho tiempo y ahora piensa que puede venir a darme instrucciones de cómo actuar con una mujer en el mundo humano. Trato de llevar mis pensamientos a la pasta que estoy haciendo.
—¿Sabes? —Lyke continúa, sin dejarse desanimar por mi silencio—. No tienes que hacerlo todo solo. Estoy aquí para ayudarte, aunque no lo creas.
—Lo sé —respondo, aunque mi voz suena más resignada que convencida. La verdad es que no estoy seguro de cómo manejar esta situación. Clara es diferente a cualquier otra persona que haya conocido, y eso me asusta tanto como me atrae.
—Empieza con pequeños gestos —sugiere Lyke—. Un café, una conversación casual. No tienes que revelarle todo de golpe. Solo deja que te conozca poco a poco.
Asiento, aunque mis pensamientos siguen siendo un caos. ¿Cómo puedo acercarme a Clara sin asustarla? ¿Cómo puedo mostrarle quién soy realmente sin ponerla en peligro? La pasta burbujea suavemente en la olla, y me aferro a esa pequeña normalidad mientras intento encontrar respuestas.
Tomo una cucharada de salsa para probarla, distrayéndome por un momento antes de responder.
—Voy a intentarlo —digo finalmente, mirando la olla con concentración—. Pequeños gestos, poco a poco.
Lyke no responde de inmediato, pero puedo sentir su presencia reconfortante en mi mente. Sé que está ahí para ayudarme, incluso si nuestras opiniones a veces chocan. Termino de probar la salsa y ajusto el condimento, dejando que la tarea de cocinar me ayude a centrarme mientras considero cómo abordaré esta nueva fase con Clara.
Mientras revuelvo la pasta, mis pensamientos vuelven a ella y la manera en que sus ojos brillaban cuando hablábamos antes. Me preocupa que se sienta intimidada por Valeria, pero también quiero asegurarme de que sepa que tiene un compañero en mí. Mañana podría invitarla a almorzar fuera de la oficina, un lugar tranquilo donde podamos hablar sin interrupciones. Nada formal, solo una forma de mostrarle que me importa su bienestar.
Sacudo la cabeza, la verdad es que hacer eso sería demostrar mis intenciones, jamás invité a ninguna empleada a salir, ni siquiera era tan cercano a mi secretaria anterior. La gente hablaría, y no quiero que Clara se vea involucrada en un cotilleo de oficina.
Termino de servir la pasta en el plato, el aroma del tomate y las hierbas llenan la cocina y hace que mi estómago emita un rugido.
Mientras me siento en la mesa, la idea de un pequeño gesto me viene a la mente. Quizás un café en la oficina, durante un momento tranquilo del día, podría ser una buena forma de empezar. Nada fuera de lo común, solo una conversación amigable.
—Eso suena mejor —dice Lyke, satisfecho con mi cambio de plan—. Poco a poco, sin presionarla ni a ella ni a ti mismo, sé que puedes ser bastante cabeza dura con las mujeres.
—Exacto, pero no soy cabeza dura —respondo, tomando un bocado de la pasta. La calidez de la comida me reconforta, dándome una sensación de normalidad momentánea. Pienso en lo que podría decirle, cómo podría asegurarle que estoy de su lado sin ser demasiado obvio.
Mientras ceno, visualizo la conversación en mi mente, imaginando diferentes escenarios y respuestas. Podría empezar comentando algo sobre el proyecto en el que está trabajando, preguntarle cómo se siente con los cambios recientes. Mostrar interés genuino en su bienestar y en su opinión, sin cruzar ninguna línea profesional.
—¿Por qué no haces algo divertido? —interrumpe Lyke.
—Porque soy su jefe, no su payaso —respondo rodando los ojos. Él bufa.
—En la manada atraías mujeres siendo divertido.
—Ahí atraía mujeres solo por ser el alfa —contesto con amargura. De repente se me cierra el apetito—. No quiero hablar más por hoy, Lyke, hasta mañana.
Él desaparece sin chistar y termino mi cena en un silencio reconfortante, dejando que la calma de la noche me envuelva mientras planeo el día siguiente.
Lavo los platos con una meticulosidad que refleja mi necesidad de orden y control. Cada movimiento es casi automático, pero mi mente está lejos, navegando por las aguas turbulentas de mis emociones.
A medida que el agua caliente y el jabón se mezclan, me doy cuenta de cuán solitario me siento en esta lucha interna. Lyke es una voz constante en mi mente, pero también una presión adicional para cumplir con las expectativas de nuestra manada, y yo no quiero volver a ese lugar. Él entiende nuestra naturaleza y la conexión que sentimos con Clara, pero también está impaciente por avanzar.
Dejo escapar un suspiro mientras coloco el último plato en el escurridor. El silencio de mi apartamento me rodea, solo interrumpido por el suave murmullo de la noche. Me siento en la mesa de la cocina, repasando mentalmente los pasos que debo seguir mañana con Clara.
Sin embargo, una sensación de incomodidad permanece en mi pecho. No estoy seguro de estar listo para esto. No solo por la dificultad de nuestras especies, sino también por mi propio miedo al compromiso.
La idea de tener una compañera, de abrirme completamente a alguien, me aterra. Soy consciente de los desafíos que enfrentaríamos como especies diferentes, pero también hay algo más profundo, más personal, que me retiene.
El recuerdo de mi padre, un lobo alfa fuerte, pero emocionalmente distante, resuena en mi mente. ¿Seré capaz de superar sus errores? ¿Podré ser el compañero que Clara necesita, alguien que la haga sentir segura y amada?
Sacudo la cabeza, tratando de despejar estos pensamientos negativos. No debo permitir que el miedo dicte mi camino. Mañana será un nuevo día, una oportunidad para enfrentar mis temores y hacer lo correcto por Clara, por mí mismo y por nuestra manada.
Me levanto de la mesa y me dirijo hacia mi habitación. Antes de acostarme, me detengo frente al espejo del baño. Mi reflejo me devuelve la mirada, mostrando los vestigios del hombre que soy: decidido, fuerte y, aunque no quiero admitirlo, también vulnerable.
—Mañana será un buen día —me digo a mí mismo, tratando de infundirme confianza.
Apago la luz del baño y me acuesto en la cama, sintiendo el peso del día sobre mis hombros. La oscuridad me envuelve lentamente, llevándome hacia el sueño, donde espero encontrar respuestas y la claridad que necesito para enfrentar lo que sea que el futuro traiga.
¡Hola! Muchas gracias por estar leyendo la historia, me sorprendió muchísimo lo bien que la recibieron. Me alegra que les guste! Va a estar gratis por un tiempo, espero que la disfruten mucho <3