ETHAN
Mientras yo solo me dejaba llevar por mis impulsos y sus deseos, Clara sí sabía muy bien lo que estaba haciendo y eso lo dejó claro con esas últimas palabras.
¿Que me folle a mi novia? ¿Es mi novia? ¿Eso es lo que somos, novios?
El término me resultó extraño para denominar lo que teníamos, pero lo tomaré, tomaré cualquier cosa que ella me dé y, si quiere que sea su novio, lo seré.
¡Mierda! Sería su jodido esclavo si me lo pidiera.
Me recoloqué y saqué mi miembro hasta solo dejar dentro la punta, y acto seguido me hundí con una acometida implacable que, al tocar algo en lo más profundo de ella, la hizo gritar y contraerse.
Me quedé paralizado, con la respiración acelerada. Había intentado avisarla de que sería demasiado, pero ¿me había escuchado? No, y encima pronunció la palabra «novia», consciente de que sería mi perdición, consciente de que…
—Otra vez —me exigió, en parte dolorida y en parte ansiosa, apretándome la polla con los músculos internos.
Me salieron volando