C36: Te quedarás aquí hasta nuevo aviso.
Jared sonrió al escuchar las palabras desesperadas de Nadia. Lo había logrado. Había alcanzado su objetivo, como si todo hubiese sido orquestado desde el principio.
Su rostro no mostraba compasión ni culpa, solo la fría satisfacción de un plan ejecutado a la perfección. Sin decir nada, giró sobre sus talones y salió tranquilamente de la habitación, como si lo ocurrido no le afectara en lo absoluto.
Afuera, se dirigió al personal médico y les informó que su madre, la paciente, había perdido el control, que se estaba autolesionando y que necesitaba asistencia urgente. Les dijo que se había puesto violenta, que gritaba sin razón y que se hacía daño a sí misma. "Se está volviendo loca", fue su manera exacta de describirla.
Las enfermeras, alertadas por la gravedad de la situación, se movilizaron de inmediato. Entraron en la habitación y se encontraron con la abuela de Nadia alterada, jadeando, aún forcejeando débilmente con su nieta, mientras que sus brazos estaban marcados por los rasguñ