C48: Te arrodillarás y suplicarás si es necesario.
—¡Solo eres una vergüenza! —agregó Jared—. ¡No sirves para nada, ni siquiera para aguantar lo que debía aguantar una esposa! ¡Nunca aportaste nada en esta familia, y ahora solo la vas a hundir más con este maldito divorcio!
—¡Ya basta, papá! ¡Suéltame, por favor! —Indira intentó zafarse, pero la mano de Jared no cedía.
—Al menos si estuvieras embarazada de Elian, algo de ti habría valido la pena —dijo él con desprecio.
—¿Cómo iba a embarazarme si Elian ni siquiera se acuesta conmigo? En nuestra noche de bodas, ¿sabes qué hizo? Dijo que se iba a un viaje de negocios, ¡pero en realidad se fue a acostar con una de sus putas! ¡No estuvo conmigo, con su esposa!
—No puede ser que ni para eso sirvas. Tenías que seducirlo, atraparlo. ¡Es tu culpa! —le gritó—. Deberías haberlo enamorado, coqueteado, hacer que te deseara. Tuviste tiempo más que suficiente, pero ni siquiera fuiste capaz de que tu marido volteara a verte.
Con furia, Jared arrojó el cuerpo de su hija a la cama, empujándola con fue