C42: Podría pagarte cinco veces más.
Nadia esperó pacientemente desde su habitación, con los oídos atentos a cualquier ruido fuera de lugar. Podía oír pasos en la distancia, voces apagadas de empleados que se desplazaban de un sitio a otro. No parecía haber señales de Jared cerca. Era su oportunidad.
Con cautela, salió por el pasillo, cuidando cada paso, como si el suelo pudiera traicionarla. No podía arriesgarse a que la sorprendieran hablando con alguien sobre temas que, para Jared, serían considerados como traición. Caminó hasta la cocina, donde encontró a la ama de llaves organizando unas provisiones. La mujer estaba inclinada sobre una caja de verduras, y ni siquiera notó la presencia de Nadia hasta que ella carraspeó suavemente.
—¿Podemos hablar un momento? —preguntó con voz baja, sin poder ocultar del todo la inquietud que le apretaba el pecho.
La ama de llaves alzó la mirada con cierta reserva. Era una mujer ya entrada en años, con rostro inexpresivo y manos trabajadas. Siempre se había mantenido al margen, hacie