C136: No quiero volver a ver tu mano sobre ella.
Nadia dejó escapar una carcajada de ironía, como si no pudiera ocultar su escepticismo ante las palabras que Rowan pronunciaba.
—Qué conveniente resulta todo esto —señaló, como si se resistiera a aceptar la supuesta casualidad de sus argumentos.
—Si no te hubieras visto en la necesidad de adoptar otro nombre, habría sido mucho más sencillo localizarte —expresó Rowan—. Como te he dicho, llevo años colaborando y contribuyendo económicamente con esta institución, y no ha sido por tu causa, sino por convicción propia; sin embargo, admito que desde que supe que estudias aquí, tengo razones aún más profundas para seguir haciéndolo.
—Que dones dinero a esta academia no tiene la más mínima relación conmigo, ni con mis estudios ni con mi vida. Por eso, te ruego que no utilices este lugar para perseguirme o perturbar mi tranquilidad.
—Lamento informarte que eso no va a ser posible, Nadia. De hecho, quisiera proponerte que, una vez finalizadas tus clases, me acompañes a un sitio. Hay algo que qu