CAPÍTULO 6

Alejandro siempre había pensado que Valentina tenía unos ojos hermosos. Lo admitía, aunque nunca lo había dicho en voz alta. Recordaba perfectamente la primera vez que los vio: brillaban con vida, con una calidez que irradiaba ternura y una fuerza tranquila. Eran los mismos ojos de su madre, capaces de transmitir cariño con solo una mirada. Desde aquel instante, Alejandro supo qué clase de mujer era Valentina Kenanga: dulce, maternal, alguien hecha para cuidar y amar a los suyos.

Lástima que nada de eso le importara.

Al menos... hasta esta noche.

Ahora, aquellos ojos que alguna vez lo miraron con dulzura estaban vacíos. Fijos en él, sí, pero sin alma, sin significado. El color miel de su iris se movía inquieto, intentando enfocar algo que ya no podía ver… y, aun así, terminaba encontrándolo a él, sentado frente a ella después de haberla reprendido. Alejandro no podía entender en qué estaba pensando su esposa cuando la encontró al borde del balcón. Si hubiese llegado un minuto más tard
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App