88: Mejillas rojas.

Territorio de la manada Silver Lake.

Alfa Oziel.

Después de obtener su respuesta la llevé a mi apartamento privado. Lie y yo sabíamos que ella estaba batallando con sus sentimientos, en conflicto con Tess, así que decidimos que lo mejor era dejarla sola.

Le mostré todo el apartamento y le prometí que la vería temprano en la mañana. Y cuando me preguntó que a dónde iría yo, le dije que dormiría en la SUV.

Ella pareció querer refutar. Por un segundo le pedí a la Diosa de la Luna que me concediera el deseo de dormir bajo su mismo techo, así durmiera en el sofá en mi sala, no me importaba, quería respirar su aroma hasta dormir. Pero Esther no dijo nada, me deseó buenas noches y no tuve más opción que irme.

Y de no haber sido porque estuvo en mi SUV y su olor se quedó impregnado allí, no habría podido conciliar el sueño. Lie estaba tan inquieto, planeando todo lo que haríamos, todo lo que le diríamos para hacerla sonrojar.

Ahora ha amanecido. Me estiro en el asiento trasero de la camionet
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