Bruno estaba con un abogado a su lado, y unos hombres en el costado de la sala de juntas, reunido con todo el equipo Houston, mientras mostraban unas graficas poco favorables.
—Se suponía que nuestros datos iban a estar seguros, y me alegra verte aquí en persona —uno de ellos dijo mientras él lo miró a los ojos.
—Estoy aquí por lo mismo, porque es claro que debes pensar que lo arreglaremos. Todo el dinero invertido estará seguro con nosotros, somos mejor que los bancos.
Miles asintió, pero observó a su equipo.
—Sé que no hay rango de error, pero quiero ver mejores gráficas para garantizar mi estadía.
—La tendrás en tres días, es el tiempo que pido. Mañana me reuniré con mi equipo, y les enviaré un software seguro. No hay mucho que decir, ya conoces nuestros trabajos.
El hombre asintió golpeteando la mesa, y luego apuntó a Bruno, un gesto que le hizo fruncir el ceño.
—Tengo algunos aliados, si esas gráficas están en verde en los días que me dijiste, tendrás muchos socios en el futuro d