Un automóvil los esperaba justo al bajar de las escalerillas del jet. Melissa tenía la mano de Luca apretada mientras Bruno iba adelante, con sus gafas oscuras, impecables, y con esa expresión que ella ya empezaba a identificar: control total, pero tensión contenida.
Él habló con unos hombres. Sus maletas estaban siendo pasadas a otro auto, y ella se metió con Luca cuando él ofreció una sonrisa. Él parecía un poco adormitado.
—¿Estás emocionado?
Él asintió con una sonrisa.
—Sí, voy a conocer a toda mi familia.
Melissa parpadeó al ver que él se lo estaba tomando todo de lleno, y acarició su rostro.
—Claro que sí. Todos van a amarte.
—¿De verdad? —Melissa asintió.
—Por supuesto, eres el hijo de Bruno Machiatti…
Luca sonrió más y en sus ojos se le notó la emoción que esto le generaba.
La ruta hacia la villa Machiatti fue un largo trayecto por caminos serpenteantes entre viñedos y montañas. Bruno miró por la ventanilla en silencio la mayor parte del trayecto y solo cuando estaban cerca, t