~Mírame, aunque sea con odio y coraje, pero mírame~
–¿Qué pasó? ¿Tan pronto se te pasó el gusto que tenías al saber que estoy loco de
deseo por ti? −preguntó mientras Neyra volvió a verlo con una mirada fulminante.
–Suéltame, no te atrevas hacerme algo o te juro que te vas a arrepentir.
–Dudo mucho que me vaya a arrepentir de algo −bufoneó−, ¿y sabes por qué?
–continuó mientras seguía descendiendo su mano–. Primero, porque puedo ver cómo
te pones cada vez que te acaricio y después, porque sé que también lo deseas y lo
disfrutas tanto como yo. –aseguró, y termino de desabrochar los botones restantes.
Para comenzar a torturarla acariciando lentamente su piel; la cual se erizó al ser el
roce de sus dedos vez más.
–¿Tanto extrañabas mis caricias? –preguntó arrogante, tratando de ocultar su sorpresa
al ver como reaccionó ella.
–Y si así fuera, ¿qué? –cuestionó altanera, levantando su barbilla retándolo.
Alexander no conocía esa Neyra enfurecida y retadora; él recordaba a la joven de
caráct