En el pasado las miradas de Alexander y Neyra destilaban amor, ahora solo irradian coraje, dudas y repudio. Ambos creían que el otro los había traicionado y al volver a verse se dan cuenta que donde hubo fuego, cenizas quedan. ¿Qué sucederá si Alexander y Neyra deciden darse una segunda oportunidad? ¿Su historia de amor tendrá un final feliz o nuevamente cada uno seguirá por su lado con el corazón roto?
Leer másEn el pasado, sus miradas irradiaban amor y complicidad, parecían leer los pensamientos del otro. Ahora sus miradas eran frías, llenas de resentimiento y desprecio de uno hacia el otro. Después de cruzar un par de palabras y de sonrisas fingidas, Alexander pidió una ronda más de bebidas para todos los de la mesa y ofreció un brindis por ella.
−Va por ti...mi bonita, mi Neyra. La mujer que más he amado.
El brindis y las absurdas palabras de Alexander tomaron a Neyra por sorpresa, ya que no sabía si tomarlo como burla o como broma. ¿Cómo se atrevía a decir esas cosas después de que la desprecio y le dijo que las mujeres como ella solo servían para pasar un buen rato? Cerro los ojos mientras suspiro y empuñó sus manos, al mismo tiempo que agradeció en silencio por no tenerlo cerca y darle su merecido por sínico y hablador. Ella no bebía, pero rechazar la bebida daría pie a qué él pensara que ella estaba resentida aún después de tantos años y lo que menos quería era que pensara que aún le importaba.
−Salud. −dijo Neyra, tratando de sonreír antes de ingerir el líquido. Lo bebió tan rápido que fue la primera en poner el vasito en la mesa mientras continuaba viéndolo. Sintió que ingirió fuego y pareciera que llamaradas de odio saldrían por sus ojos.
Lo que al principio sonó como una declaración de Alexander hacia Neyra, en un segundo dio la impresión de que iba ser el motivo para un enfrentamiento entre ellos dos. Ninguno le quito la mirada al otro, casi por medio minuto. En ese instante, si sus miradas fueran de fuego ya estarían fulminados los dos junto con todo lo que se encontraba a su alrededor. Se miraban con tanto coraje que daban miedo, y Alexander daba la impresión de que en cualquier momento podría aventar la mesa ya que apretaba la orilla con ambas manos.
¿Qué les pareció esta peculiar pareja?
¿Listos para la nueva historia de amor?
Yo estoy muy emocionada por poder compartir con ustedes está hermosa historia. Les agradezco infinitamente su apoyo, sus votos y sus comentarios.
Lynn Baez
Epílogo 2~El amor está compuesto por un alma que habita en dos cuerpos~Las fotos fueron un deleite para Alexander, pero también un tormento por no tenerla a su lado. Estaba tentado a ir a buscarla y mandar al carajo lo que el cura les pidió, sobre todo después de recibir esas fotos y de no poder conciliar el sueño por la emoción y la alegría que sentía. Todavía le costaba creer que la jovencita que vio en la fiesta de sus quince años, que lo invitó a bailar con ella y que lo dejó loco por su olor y su esencia, mañana sería finalmente su esposa por todas las de la ley y por la iglesia.La ceremonia al civil y la religiosa se llevaron a cabo en el rancho. Alexander aguardaba ansioso por la llegada de la novia y no pudo contener las lágrimas de emoción al ver a su amada Neyra cami
Epílogo 1~El amor verdadero es elegir una persona y volver a elegirla todos los días~Tres meses después, durante la celebración del bautizo de la pequeña Audrey, en la presencia de todos los invitados, Alexander le propuso matrimonio a Neyra.En un momento, mientras se tomaban fotos Alexander, Neyra y los niños, Bryan le habló a Neyra. Ella volteó dándole toda su atención al niño y en ese momento, con ella de espaldas, Alexander sacó una pequeña caja negra y colocó una rodilla en el suelo, mientras elevó la mano con la caja ya abierta.La exclamación de sorpresa y después el silencio de todos los presentes, hizo a Neyra voltear para ver qué pasaba y fui ahí cuando lo vio. Primero lo vio a él y le llevó un par de segundos procesar lo que estaba pasando, fue hasta que vio el resplandor del diamante que comprendió lo que estaba sucediendo.−Neyra, desde el momento en que te vi el día de tus quince años, me cautivaste y me desarmaste. Desde ese día, poco a poco fuiste ocupando un lugar m
~Nunca es tarde para ser lo que podrías haber sido~En el momento en que la niña llegara a casa, la mayoría de su atención sería para ella. Por lo tanto, optó por pasar la mayor parte del día con el niño, e ir dos veces al día al hospital para amamantar a la pequeña, además de regresar por la noche por un par de horas para sostenerla en sus brazos.Una de esas noches que Neyra pasó con la niña, le informaron que al día siguiente podrían finalmente llevarse a la niña a casa. Sólo tendría que esperar a que la pediatra pasaría a revisarla y a firmar la autorización para darla de alta. En cuanto pudo, le llamó a Alexander para pedirle que pasaran por ellas en la mañana y para que no olvidara colocar el porta–bebé en el carro.Varias noches después, en la sala de la casa de Neyra, mientras ella acompañaba a su mamá a tomar un té, veía a su pequeña poner atención a los que su padre y su hermano le decían. Linda y ella se reían al escuchar a Bryan y Alexander hablarle a su hija.–Así es peque
~No puedo imaginar mi vida sin ti, eres mi razón de ser~Neyra deseaba decirle a su hijo, cuanto se alegraba de volver a verlo y de decirle cuanto lo amaba. Pero con mucho trabajo logró decir las pocas palabras que había dicho anteriormente, por lo tanto, se limitó a sonreír al recordar que su mayor preocupación era dejarlo solo; lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.Estaba ahí, no lo había dejado solo, iba a tener la oportunidad de verlo crecer a él y su hija. Deseaba saber más sobre ella, saber que era lo que había pasado. Le debía una explicación y una disculpa a Alexander, sabía que se había quedado preocupado por ella y no muy convencido de dejarla ir sola, pero aun así se fue. Ahora que pensaba en la angustia por la que posiblemente pasó Alex al no verla regresar, se sintió culpable y enseguida dirigió su mirada a él, llena de remordimiento, sin poder controlar su llanto.–Todo está bien mi amor. No llores, por favor –le dijo mientras limpiaba sus lágrimas con mucho cuid
♥ El Momento ♥ ~Ama, sonríe, sueña, vive, y disfruta cada momento; como si fuera a ser el último~ Era ya de noche cuando Neyra fue llevada a la habitación. En cuanto les informaron que podían pasar a verla, Linda, Alexander y Bryan pasaron a verla. Una de las enfermeras les informó que aún estaba bajo el efecto de la anestesia y que probablemente iba a pasar dormida la mayor parte de la noche por los medicamentos que le iban a dar.Linda deseaba quedarse acompañar a su hija, Alexander comprendía perfectamente cuánto la quería, pero él no podía permitir que ella pasara una mala noche sentada en una silla. Además, ellos no podían hacer nada por Neyra; por lo tanto, la convenció de que se fuera a descansar a su casa y Bryan se fue con ella para no dejarla sola.Alexander pasó la noche al lado de Neyra, a la mañana siguiente al despertar la vio con un mejor semblante. Esperó a qu
~Tener esperanza es ver la luz a pesar de estar rodeado de la oscuridad~Neyra escuchaba a su papá y se reusaba a soltar su mano, deseaba tanto quedarse con él, pero ahora el llanto de su hija lo escuchaba más claro y le partía el corazón no estar ahí para consolarla; era su bebé la que la reclamaba. Estaba deseosa de que su padre se pudiera regresar con ella para que conociera a sus nietos.–Te quiero mucho, papito lindo, gracias por haber sido el mejor papá del mundo, y por quererme más que a mis hermanos. –dijo para hacerlo desatinar por última vez.–A todos los quiero igual –respondió Manuel, negando con la cabeza porque aun después de muerto su adorada hija lo metía en aprietos–, pero acá entre nos, siempre fuiste especial para mí. Estoy muy orgulloso de ti, ve y no olvides tener mano firme con esa pequeñita, porque va a ser más berrinchuda y caprichosa que tú. –dijo con una sonrisa y afirmando con su cabeza que lo que le decía era verdad. Neyra al escuchar, en vez de soltar sus
Último capítulo