—¡Esperanza, no podría ser nadie más!
Pero lo que inquietaba aún más a Pol, en realidad era que Juan ya sabía que en México había otra mujer muy parecida a Clara, y esta mujer estaba tan cerca de él, de Pol.
—Cuando Esperanza fue al bar, ¿Juan me vio? — Pol preguntó con una mirada sombría.
—Recuerdo que mencionó que el bar era demasiado vulgar para su estatus, por lo que él, no entró para buscar a Esperanza. Además, nunca se bajó del coche, ¿cómo podría haberlo visto? — Héctor hizo una suposición. —Pol, ¿podría ser que Juan estaba tratando de provocarte al mencionar la placa del coche? Tal vez estaba intentando engañarte a propósito.
Pol apretó los dientes y se dio la vuelta.
—Pol, ¿a dónde vas?
—Al Atemporal Club.
Alejandro y Juan llegaron a la puerta de la habitación de Clara.
—Gracias por lo que hiciste anteriormente—dijo Alejandro con un tono más sincero.
—No tienes por qué agradecerme, no lo hice completamente por ayudarte a tí. Sé cómo hacer que ese tipo de la familia García suf