”¿Cambio Radical?”
Después de colgar el teléfono, Miranda se quedó en blanco por un instante.
“¿Estaba diciendo que ella era apta para ir al rincón más alejado y sin conexión, para matar puercos, sembrar cosechas y arrear ganado, como parte de una especie de reeducación en la vida rural del nuevo milenio?”
“¿Es siquiera humano? ¿Cómo se atreve a decir algo así?”
—¡Por haber gastado dos pesos mugrosos, no tiene por qué ser tan cruel!
—¡Por qué no va él a "cambiar"!
Tan enojada, Miranda se devoró tres macarrones de golpe. Su voz desbordaba una incredulidad total, como si dijera: “No podía creer que existiera un ser tan desalmado y desconsiderado”.
Bianca la corrigió por instinto:
—Eso no fue solo un par de pesos.
Miranda le metió un macarrón en la boca con la otra mano. Su mirada decía claramente: “¡Cómete eso y cállate!”
Estela, quien desconocía la verdadera relación entre Miranda y Guillermo, pensó que era una de esas pequeñas bromas y cariños entre una pareja enamorada. Por eso, su a