Capitulo 17
Salí de la tina preparada a partir de flores secas, esencias y aceites naturale. En una bandeja de porcelana, una toalla bordada dispuesta para secarme. Me envolví en una bata de satén color perla. Frente al espejo, apliqué en mi veintre de 7 meses la crema que Marta había preparado especialmente para mí, rica en ingredientes orgánicos para ayudar a prevenir las estrías. Me puse unas gotas de esencia floral detrás de las orejas y sobre el pecho.
Observé el reloj de la mesita de noche. Leo aún no había regresado de su viaje a Viena, donde asistiría a una subasta privada. Me llamó horas antes para decirme que llegaría tarde y que no lo esperara despierta.
Me acomodé sobre las sábanas de algodón blanco, dejando la bata abierta sobre mi piel aún cálida. La habitación, impregnada de lavanda y sumida en un silencio apacible, parecía flotar con el suave vaivén que provocaba el movimiento de mi vientre.
Durante la madrugada, sentí el colchón hundirse ligeramente a mi lado. Una mano