Tomando el aceite se calentó las manos y poniendo un poco comenzó a pasar sus manos por su espalda.
En el masaje relajante empleo maniobras superficiales en las que la intensidad de la presión es suave, con ritmo lento y reiterativo, de manera que, al recibir el contacto repetido, se pierde la sensación de dolor y los músculos los empezó a relajar.
Después paso a al cuello, brazos, piernas y le faltaba el abdomen — Necesito que te des vuelta y terminar con el abdomen —
— De verdad se siente — Darío dio vuelta y Korina se puso algo roja, ya que se veía un gran bulto en su parte íntima.
Al tener los ojos cerrados, mejor decidió terminar rápido, Korina sudaba y era como haber hecho ejercicios, sacando un nudo ella se inclinó un poco quedando bastante cerca y casi que acostada sobre él.
Analizaba que al menos era razonable lo que le pedía para pagar su deuda, en ese momento Don Darío hizo un sonido de placer, algo que hizo quitar el nudo.
— Don Darío tenemos una urgencia — Farid abri