Mundo ficciónIniciar sesiónAila POV
—No son el premio. Son la llave.
Las palabras salieron de mi boca en un susurro ahogado, pero en el silencio sepulcral de la Gran Biblioteca, sonaron como un trueno.
Me quedé de rodillas en el suelo de piedra fría, temblando, el eco de la visión todavía resonando en mi mente.
La fortaleza de obsidiana. El cielo sin sol. El rostro encapuchado de un mal antiguo y esa frase, esa horrible profecía siseante.
—Aila, ¿qué viste? ¿Qué es una llave?
La voz de Damián me ancló a la realidad. Estaba arrodillado frente a mí, sus manos en mis hombros, sus ojos azules buscando los







