Mundo ficciónIniciar sesiónAila POV
Me quedé en la plataforma, con Cassiopeia llorando en mis brazos y Kaelen aferrado a mi pierna, mientras el caos se apoderaba de la plaza.
Me sentía completamente impotente, una reina sin trono, una madre cuyo único poder era intentar proteger a sus hijos con su propio cuerpo.
La batalla era desigual.
Los Grifos dominaban los cielos, sus enormes cuerpos bloqueando el sol, sus gritos agudos perforando los oídos. Los guerreros lobo y Lycan, maestros del combate terrestre, eran como hormigas luchando contra halcones.
Sus flechas de plata, tan efectivas contra los vampiros, rebotaban inofensivamente en las plumas metálicas de los Grifos o se perdían en el aire.
—¡Formad escudos! ¡Proteged a los arqueros! —gritaba Leo, intentando organizar una defensa imposible—. ¡Apuntad a las alas! ¡A las articulaciones!
Pero era inútil.







