Alejandro POV:
—¿QUÉ HAS DICHO?
La voz que salió de mi garganta fue un rugido, un trueno de pura furia Lycan que hizo temblar los cristales de mi estudio y provocó que el joven mensajero de Colmillo Negro cayera de rodillas, pálido como un fantasma. El pergamino que me había entregado cayó de mis dedos entumecidos, flotando hasta el suelo.
Mi hermana, en coma.
Mi sobrino, desaparecido.
Secuestrado por la prometida del Alfa.
No. No. No se lo había llevado "la prometida del Alfa".
Se lo había llevado la zorra psicópata a la que Damián había permitido crecer y envenenar su propia casa. La misma mujer a la que yo había perdonado la vida hacía apenas unos días, un error que no volvería a cometer.
Ignoré al mensajero tembloroso, a mi Beta que había entrado corriendo en la habitación con los ojos desorbitados, y al mundo entero.
Mi mente se había convertido en un torbellino de hielo y fuego, una calma letal que descendió sobre mí mientras las piezas del rompecabezas encajaban con una clari