Como hubiera previsto, esta prueba rápida pareció ser diseñada para que Daniela ganara. En menos de un minuto ya había vertido toda la crema pastelera sobre el ponqué y en el minuto siguiente lo tenía ya casi alisado con el cuchillo pastelero, mientras hacía girar la bailarina a mil revoluciones por minuto; fue increíble ver lo hábil que era.
—Nos has dejado impresionados a todos —dijo Michelle hablando por los que estábamos presentes y no conseguíamos concentrarnos en nuestro propio alisado por ver a Daniela—. En verdad que incluso superas nuestras expectativas.
Antes de dos minutos, Daniela ya estaba dando los últimos retoques a su pastel y, según el criterio de los jueces, ya era suficiente. Era la primera en conseguir el privilegio de escoger a su pareja para la siguiente prueba.
Para ese momento, yo apenas había logrado verter la crema pastelera sobre la masa e iniciaba mi alisado, pero resultó ser mucho más difícil de lo que creía. Mi experiencia con pastelería era muy poca,