Mundo ficciónIniciar sesiónEl coche avanzaba por la autovía con un rumor constante, casi hipnótico. La mañana estaba cubierta por un gris suave, sin lluvia, sin sol: ese punto intermedio en el que todo parece a la espera de un acontecimiento importante. Perfecto para lo que iban a hacer.
Valeria mantenía las manos entrelazadas sobre su regazo, rígidas pero controladas. Leonard conducía en silencio. No era un silencio hostil, ni incómodo.
Era un silencio lleno de preguntas.
Y de una decisión que todavía no terminaban de nombrar.
—¿Dormiste bien? —preguntó Leonard sin apartar l







