Mundo ficciónIniciar sesiónValeria se quedó clavada en la pasarela de madera. El corazón, tan frágil aún, pareció detenerse al ver el yate iluminado frente a ella. La música flotaba sobre el agua como un susurro sedoso, invitante, peligroso.
—¿Qué… qué significa esto, Martha? —preguntó con un hilo de voz cargado de tensión.
Martha cruzó los brazos, mirando el yate como si ella misma no terminara de aprobar el despliegue.
—Te dije —respondió con calma quirúrgica— que no tendrías que ver a nadie que no quisieras ver.
—Entonces… —Valeria parpadeó, confusa— ¿por qué un yate?
Martha ladeó la cab







